lunes, 14 de noviembre de 2016

DÍA MUNDIAL DE LA DIABETES

El Día Mundial de la Diabetes (DMD) fue establecido en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el alarmante aumento de incidencia en las personas y como medio para aumentar la concienciación global sobre esta enfermedad. Se celebra el 14 de Noviembre de cada año, fecha que se escogió con motivo del aniversario de Frederick Banting quien, junto con Charles Best, concibió la idea que les conduciría al descubrimiento de la insulina, en octubre de 1921.  
Es una oportunidad perfecta para dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y tratamiento de esta grave afección, que entre sus más importantes consecuencias produce la retinopatía diabética.
La misma es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo. Para tener buena visión, es necesario tener una retina saludable.


Las personas que padecen retinopatía diabética, al principio no notan ningún cambio en su visión por lo que se recomienda a los pacientes que tengan diabetes de tipo 1 o 2 la realización de un examen de vista con dilatación de pupilas. No se debe esperar a presentar síntomas ya que con el tiempo, la retinopatía diabética puede empeorar y causar una pérdida en la visión. Generalmente afecta ambos ojos.
Las cuatro etapas en la que se manifiesta son:
  1. Retinopatía no proliferativa ligera. Esta es la etapa más temprana de la enfermedad en la que aparecen los microaneurismas. Estas son pequeñas áreas de inflamación, que parecen ampollas, en los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
  2. Retinopatía no proliferativa moderada. Según avanza la enfermedad, algunos vasos sanguíneos que alimentan la retina se obstruyen.
  3. Retinopatía no proliferativa severa. En esta etapa muchos más vasos sanguíneos se bloquean, haciendo que varias partes de la retina dejen de recibir sangre. Entonces estas áreas de la retina envían señales al cuerpo para que haga crecer nuevos vasos sanguíneos.
  4. Retinopatía proliferativa. En esta etapa avanzada, las señales enviadas por la retina para alimentarse causan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Esto se llama la retinopatía proliferativa. Estos nuevos vasos sanguíneos son anormales y frágiles. Crecen a lo largo de la retina y de la superficie del gel vítreo, el gel incoloro que llena el interior del ojo (vea el diagrama.)
    Por sí mismos, estos vasos sanguíneos no causan ningún síntoma o pérdida de la visión. Sin embargo, tienen paredes muy delgadas y frágiles. Si llegaran a gotear sangre, podría haber una pérdida severa en la visión o incluso resultar en la ceguera.
Los estudios de la vista deben hacerse en forma anual para la temprana detección y tratamiento de esta enfermedad.

Para más información pueden consultar en: https://nei.nih.gov/health/espanol/retinopatia   

 

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